viernes, 14 de noviembre de 2014

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TANGENCIAS Y CURVAS CÓNICAS


miércoles, 12 de noviembre de 2014

MUSEO JUDÍO DEL HOLOCAUSTO

PARTE 1: INFORMACIÓN DE INTERNET

HISTORIA:

Creo que para llegar a entender completamente todos y cada unos de los mensajes que nos quiere transmitir Libeskind es fundamental conocer un poco de la historia de los judíos en Berlín:
Hasta el inicio de 1945 el Frente Oriental se había mantenido relativamente estable desde Agosto de 1944 tras las consecuencias de la Operación Bagration. Rumania y Bulgaria habían sido forzadas a rendirse y declarar la guerra a Alemania, además los alemanes habían perdido Budapest y la mayor parte de Hungría. De esta manera el llano polaco fue abierto al Ejército Rojo.
Imagen

Los comandantes soviéticos, después de su inacción durante el Alzamiento de Varsovia, avanzaron finalmente sobre la capital polaca en enero de 1945. Durante 3 das, con un amplio frente, cuatro ejércitos soviéticos comenzaron una ofensiva a través del río Narew y desde Varsovia. Después de cuatro días de lucha el Ejército Rojo logró vencer la resistencia alemana y comenzó a moverse hacia el oeste, recorriendo hasta 40 kilómetros por día, tomando los estados bálticos, Danzig o Gdańsk, Prusia del Este, Poznań, trazando un nuevo frente a sólo sesenta kilómetros al este de Berlín, a lo largo del río Oder.

Un contraataque fallido llevado a cabo el 24 de febrero por el recién creado Grupo del Ejército Vístula, bajo el mando nominal de Heinrich Himmler, permitió al Ejército Rojo apoderarse de Pomerania y eliminar toda la resistencia en la orilla derecha del Oder. Mientras tanto en el sur, los continuos intentos alemanes de levantar el sitio de Budapest fallaron y finalmente la ciudad cayó ante los rusos el 13 de febrero. A pesar de que la derrota era inevitable Hitler seguía ordenando contraataques imposibles, así como la ejecución de tareas irrealizables. Una ofensiva para capturar el Danubio fue llevada a cabo el 16 de marzo sin cumplir su objetivo. El 30 de marzo los soviéticos entraron a Austria y el 13 de abril tomaron Viena.

A pesar de que la producción militar alemana había caído a niveles desesperantes y las reservas de combustible eran más que insuficientes, las tropas alemanas peleaban con mayor fiereza que nunca y por diversas razones. El fanatismo nacionalista y anti-comunista, la humillación que suponía una rendición incondicional y los millones de refugiados que iban a ser capturados por los rusos eran las principales razones que tenía el soldado alemán para oponer resistencia al Ejército Rojo. De esta manera la ofensiva hacia Berlín resultaba más lenta de lo que a Stalin le gustaba. Además la negativa de Hitler a 
abandonar la capital del Reich obligaba a los generales alemanes a defenderla a toda costa, ya que habían hecho un juramento de lealtad al Fuhrer, el cual también había ordenado no evacuar la ciudad.

Stalin por su parte, hacía creer a Eisenhower que la ofensiva sobre Berlín era una distracción para una real ofensiva sobre Dresde, pero al mismo tiempo urgía a los generales Zhukov y Koniev a capturar la capital del Reich lo más pronto posible para capturar todo lo posible de tecnología nazi en la capital. Durante un tiempo los americanos planearon enviar paracaidistas sobre Berlín para capturarla, pero Eisenhower no tenía deseos de capturar la ciudad antes que los rusos y asegurando que las bajas serían elevadas abandonó el plan.

Primeras Ofensivas

A las dos de la mañana del 16 de abril 22.000 cañones rusos de largo alcance abrieron fuego a lo largo de todo el frente, concentrándose la mayor intensidad frente a Seelow, barriendo cada palmo de terreno en la planicie entre la localidad y el Oder. Para aquel momento Heinrici había retirado el grueso de sus tropas y las bajas fueron pocas. A la luz del alba los tanques rusos acompañados de infantería empezaron a cruzar la pantanosa planicie y a acercarse a la colina, pero los cañones anti-aéreos colocados en la cima de la misma empezaron a diezmar a los tanques rusos y los alemanes empezaron a despedazar a la infantería rusa que se batió en lenta retirada debido al lodo. Por si fuera poco, la 
espesa niebla que cubría el terreno atenuaba la luz de los reflectores rusos y servía para delatar las formaciones del Primer Frente Bielorruso, más no era suficiente para cegar a los alemanes, como se había planeado...

Mientras tanto en el sur, el Primer Frente Ucraniano de Koniev iba avanzando de acuerdo al plan, empujando hacia atrás al IV Ejército Panzer del Grupo de Ejército Centro al mando del General Ferdinand Schörner, dicha acción estaba afectando peligrosamente tanto a Heinrici como a Schorner, ya que sus Grupos de Ejército se arriesgaban a ser envueltos.


Stalin, molesto por los contratiempos en Seelow, dio permiso a Koniev para liberar Berlín, presionando a Zhukov, que envió sus reservas a combatir, logrando avanzar solamente seis kilómetros. Sin embargo Zhukov siguió presionando, sufriendo enormes pérdidas, y en la noche del 18 de abril sus tropas finalmente llegaron al último cinturón defensivo que 
Heinrici había levantado. Para el anochecer del 19 de abril el Frente Oriental había dejado de existir y los restos del 9º Ejército y el IV Cuerpo Panzer corrían el riesgo de ser rodeados por el I Frente Ucraniano que avanzaba desde el sur y el I Frente Bielorruso desde el este. Éste último se encontraba a menos de sesenta kilómetros de Berlín y ningún fuerza importante se les oponía. Sin embargo para lograr esto las bajas fueron elevadas, en lo que iba el mes de abril los rusos habían perdido 2.807 tanques.


Batalla en Berlín

Las fuerzas disponibles para la defensa de Berlín, ahora que Busse había escapado al oeste con el 9º Ejército, eran varias divisiones de la Waffen-SS, restos de varias unidades de la Wehrmacht, jóvenes sin mayor experiencia de las Juventudes Hitlerianas, ancianos reclutados en el Volkssturm, policías, y veteranos de la Primera Guerra Mundial. A pesar de las superioridad numérica del Ejército Soviético la lucha en la ciudad fue muy feroz y se tuvo que pelear casa por casa hasta llegar al Reichstag .

Para la defensa de Berlín se dispusieron las pocas tropas disponibles de la siguiente manera: En el oeste la XX División de Infantería, en el norte la IX División de Paracaidistas, al noreste la División Panzer Müncheberg, al sureste la División Nordland de las SS, al este del aeropuerto Tempelhof, mientras que la XVIII División de Panzergranaderos estaba como reserva en el distrito central.

El resultado de la batalla ya estaba sellado, pero el fanatismo germano impedía la rendición, de esta manera la ciudad sufrió graves daños mientras que el Ejército Rojo avanzaba desde el sureste por la avenida Frankfurter, desde el sur por la avenida Sonnen, desde el sur por la Plaza Potsdamer, y desde el norte acercándose peligrosamente al Reichstag, y por ende acercándose al búnker de la Cancillería donde estaba Hitler. Los lugares donde la lucha fue más intensa fue en el Reichstag precisamente, así como el puente Moltke, y la Alexanderplatz, una fuerte batalla también se libró por la captura de los puentes en Spandau. Los combatientes extranjeros en las SS peleaban con mayor fiereza, ya que sabían que en sus países serían juzgados como traidores y ejecutados.

El 28 de abril Heinrici se negó a obedecer la orden de Hitler de retener Berlín sin importar las bajas e inmediatamente fue relevado del mando y reemplazado por el General Kurt Student.

El 30 de abril los soviticos llegan al centro de Berlín, y Adolf Hitler se casa con Eva Braun, luego ambos se suicidan.

Finalmente, el General Weidling rinde Berlín el 2 de mayo.

Consecuencias Finales

Los tanques perdidos por los soviéticos superaron todos los cálculos realizados, debido a la eficaz utilización del Panzerfaust, que no fue suficiente para detener el avance blindado sobre la capital. La tenaz resistencia alemana fue quebrada al acabarse las municiones y las tropas.

Los soviéticos reportaron unos 25.000 muertos en Berlín, así como 250.000 heridos o enfermos, por su parte unos 450.000 alemanes murieron, incluyendo los civiles.

Los últimos deseos de Hitler, ordenaban que el Almirante Karl Dönitz se convirtiera en Presidente del Reich, mientras que Joseph Goebbels sería el nuevo Canciller de Alemania, sin embargo el suicido de éste último, junto con toda su familia, dejó a Donitz con la responsabilidad de la guerra. Finalmente, el 8 de mayo de 1945, el Alto Mando Alemán se rindió incondicionalmente a Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética finalizando la guerra en Europa.

Introducción:

El Museo Judío (en alemánJüdisches Museum Berlin) está ubicado en la ciudad de BerlínAlemania, y es uno de los mayores museos judíos de Europa. Muestra, a través de obras artísticas y objetos de la vida cotidiana, la historia de los judíos que viven y vivieron en Alemania durante los últimos dos mil años. El edificio que alberga el museo está diseñado por el arquitecto polaco Daniel Libeskind y fue inaugurado en 1999. El inmueble tiene las fachadas metálicas, ventanas con caprichosas formas y orientaciones, y la planta con forma de rayo. La idea principal que transmite el edificio es el vacío que han dejado los judíos berlineses desaparecidos durante el Holocausto. La Torre del Holocausto y el Jardín del Exilio son otras dos construcciones pertenecientes al museo.

Proyecto

Vista aérea del diseño de Libeskind, mostrando su configuración en zig-zag y su entorno próximo, con el antiguo Kollegienhaus.

Vista del Museo Judío desde la calle.
Daniel Libeskind es un arquitecto que nació en Polonia y más tarde emigró a los Estados Unidos. Fue también un buen músico, y durante su vida no se vio afectado por el Holocausto nazi. Él es un claro ejemplo del arquitecto que casi no construye y que prefiere escribir libros, teorizar y dar clases, al igual que Bernard Tschumi y Hejduk. Hizo muchos diseños y dibujos, y es un diseñador de primer orden. Estuvo en la Asociación de Arquitectos (AA), donde estuvo Zaha Hadid y los de Coop Himmelb(l)au, entre otros. La IBA fue una Exposición de Arquitectura Construida, celebrada en Berlín, en la que se construyeron edificios modernos junto al Muro de Berlín. Es entonces cuando se crea el concepto de “manzana postmoderna”, con la aparición de construcciones posmodernistas que se oponen a la estructura historicista de muchas calles de Berlín.
En la Exposición de la Deconstrucción de 1982, celebrada en esta ciudad, sirvió a Libeskind para mostrar un trabajo suyo y saltar a la fama. El concurso para el Museo Judío en el Museo de Berlín se celebró en el año1989, y poco después de celebrarse cayó el Muro de Berlín, comenzando así la reunificación alemana. Este concurso lo ganó Libeskind cuando aun no gozaba de la popularidad que hoy tiene. La construcción del museo comenzó en 1993, y estaba prevista que finalizase en 1995, pero se retrasó y se inauguró en 1999. Libeskind plasma en el edificio la importancia en la historia de Berlín la historia de los judíos. La segunda idea que transmite es la necesidad de integrar física e intelectualmente el significado del Holocausto en la conciencia de Berlín. El arquitecto plasma la idea de que solo a través del reconocimiento de la vida judía puede tener un futuro en la historia de Berlín.
La propuesta que Libeskind pone en el proyecto se resume en la expresión “El vacío y la ausencia”, la cual es la consecuencia de la desaparición de muchos ciudadanos. La sensación de vacío es de la que parte el proyecto, y “Entre líneas” es el lema del mismo. Después de que finalizara la construcción del edificio, éste estuvo cerrado durante mucho tiempo porque los miembros de la fundación que lo gestiona no se ponían de acuerdo en qué cosas tenía que mostrar el museo. Sin embargo, gracias a la iniciativa popular se abrió al público cuando todavía estaba vacío. La afluencia de visitantes fue enorme y se convirtió en uno de los primeros museos de la historia que se abre para mostrar solo la arquitectura.

Diseño del edificio


Vista exterior del Museo Judío con el "Jardín del Exilio" delante.
La planta del edificio parte de una línea picuda con forma de rayo. Esta línea quebrada podía haber sido continuada en cualquier dirección porque parece no terminar. Existe otra línea recta oculta en la planta del museo que atraviesa todo el edificio y desde la cual se articula el “rayo”. La forma de picuda que tiene la planta hace que esta línea recta esté interrumpida a trozos. Estas dos son las bases fundamentales del diseño. La maqueta del proyecto tiene tres diferencias con el edificio construido. Una de ellas es que las fachadas de la maqueta están inclinadas de manera similar a las Torres KIO de Madrid, mientras que las del edificio son perpendiculares.
La segunda diferencia es que en el proyecto había tres pequeñas torres exteriores al edificio principal, las cuales se han agrupado en una. La tercera diferencia es que hay un hueco exterior formado por la maqueta y que está suavizado en el edificio. La entrada principal al Museo Judío estaba originariamente en una pequeña torre situada junto al edificio antiguo del Museo de Berlín. Finalmente, esa construcción se integró en el interior del inmueble antiguo, que es del siglo XVIII. En un plano de situación, Libeskind relacionó el Museo Judío con el edificio del Sindicato del Metal, diseñado por Mendelsohn, colocándolos dentro de una estrella judía (llamada Estrella de David) alargada que se extiende desde el Muro de Berlín hasta el canal de la ciudad.
En algunos planos del edificio pone de fondo palabras y pentagramas. Dichas palabras son, en ocasiones, un poema donde está repetida la palabra “espíritu”, y otras veces coloca una lista de personas desaparecidas en el Holocausto cuyos apellidos empiezan en “Berlín”. En cuanto a los pentagramas, corresponden a la partitura de la ópera “Moisés y Aarón”, escrita por el compositor Arnold Schönberg. Esta obra musical no está finalizada y su última parte está en silencio. La ausencia del sonido refleja una base del proyecto.

Acceso al museo


Interior de los pasillos subterráneos de acceso al museo.
El edificio tiene una planta subterránea y cuatro sobre el nivel del suelo. Estas últimas son iguales entre sí salvo la superior, que alberga oficinas y tiene una distribución diferente. La entrada al Museo Judío está en una construcción con planta romboidal situada dentro del edificio antiguo del Museo de Berlín. Consiste en una bajada que se realiza por unas escaleras poco iluminadas y con los escalones oblicuos, de manera que transitar por ellos es complicado. Esta bajada conduce al sótano del edificio, el cual está compuesto por unas salas que no están abiertas al público y por tres pasillos rectos que se cruzan formando ángulos no perpendiculares, de manera que la orientación por ellos se complica.
El suelo de estas travesías está inclinado, y en el techo hay ráfagas de luz artificial que ayudan la orientación. Éste es de color negro para dar más contraste a estas luces, las cuales son las únicas que hay. Uno de estos pasillos conduce a la "Torre del Holocausto", otro al "Jardín del Exilio" y el tercero a unas largas escaleras ascendentes que comunican con las plantas del museo.

Torre del Holocausto y Jardín del Exilio


Vista exterior de la "Torre del Holocausto".
La "Torre del Holocausto" es aquella pequeña construcción que originariamente se constituía por tres torres exteriores al edificio principal. Tiene una planta con forma de cuadrilátero puntiagudo y sus fachadas son de hormigón visto. Es ciega y solo tiene un hueco vertical colocado en la parte superior del vértice de sus paredes más agudo. Es por ahí por donde entra la única luz que hay en el interior de la torre, y el acceso a la misma se realiza por un pasillo del sótano.
El "Jardín del Exilio", cuyo nombre oficial es Josef Hoffmann, es un gran cuadrado situado en el exterior del edificio donde hay 49 pilares de planta cuadrada dispuestos en cuadrícula. El número 49 simboliza el año de fundación de Israel, pues se fundó el año1948, es decir, durante el 49º. Éstos son de hormigón y huecos, rellenados con tierra de Berlín (salvo el central, rellenado con tierra de Jerusalén) y coronados con vegetación. El suelo del Jardín está inclinado con la pendiente siguiendo la diagonal, los pilares son perpendiculares a este suelo, y éstos están cortados paralelamente a su base. De esta manera, es obvio que los pilares también están inclinados. Andar por dentro de este “bosque” de pilares coronados con plantas resulta incómodo por culpa de la inclinación diagonal que hay en el suelo, de tal manera que no coincide con ninguna “calle”. Esta molestia es un objetivo perseguido por el arquitecto.

Interior del edificio


Vista interior del museo y una de sus exposiciones.

Vista exterior de las ventanas de las fachadas del museo.
La escalera que sale de uno de los pasillos del sótano es recta y está colocada limitando con una de las fachadas del edificio. Cada dos descansillos tiene el acceso a una de las plantas del museo, salvo a la última. Las vigas que se muestran sobre este lugar tienen direcciones caprichosas y una apariencia deconstrutivista, pero son funcionales al servir de arriostramiento. En el interior del edificio hay espacios vacíos, es decir, partes que están cerradas a las cuales no se puede acceder. Es lo que ocurre en aquella línea recta que atraviesa la planta en forma de rayo de todo el museo, solo que en realidad esa recta es un “pasillo” común a las tres primeras plantas y está cortado por culpa de la forma picuda del edificio. Este “pasillo” solo es atravesado por unas pasarelas que conectan las diferentes salas del museo, las cuales están definidas por las fachadas del edificio y por el “pasillo” recto. Estos pasos tienen el pavimento distinto respecto del de las salas, el techo más bajo de lo normal y pintado de negro, el mismo color empleado en las paredes que limitan las salas y el “pasillo”.
Los diversos ángulos que forma el edificio hacen que los pasos sean oblicuos respecto a las salas que comunican, de manera que la percepción se hace complicada. Las ventanas del Museo Judío tienen todas direcciones y formas muy caprichosas y no siguen ningún orden visible, aunque éstas tienden a ser alargadas. La luz natural penetra en el interior solo cuando los diseños exteriores e interiores de las ventanas coinciden, lo cual no siempre pasa. Realmente, de los 1005 huecos de fachada, solo cinco coinciden completamente. A los huecos, Libeskind los llama “el alfabeto del museo”. Las ventanas crean efectos luminosos en el interior del inmueble cuando la luz se refleja en paredes y pavimentos reflectantes. Muchos huecos llegan al suelo y al techo, a la vez que se cruzan. El museo muestra objetos de la vida cotidiana de los judíos, tales como cuadros y utensilios de uso común. Algunos de estos objetos estropean el diseño interior, a juicio de muchos, de manera que interrumpen la continuidad del espacio.
Las fachadas son de hormigón con un recubrimiento exterior de chapa metálica. Esta capa está constituida por paneles de cinc y titanio colocados diagonalmente, no coincidiendo con los forjados y dando la sensación de que las fachadas están inclinadas. Diseñó con sumo cuidado la forma de los huecos de las fachadas, de manera que realizó varios dibujos en los que detallaba sus formas y tamaños. Existen ventanas de un tamaño considerablemente mayor que el resto en la fachada que mira al lado donde está el edificio antiguo, y en la altura de la última planta de la fachada opuesta a la primera. El edificio tiene varias puertas que dan al exterior pero que no son de uso habitual, por lo que se camuflan en la fachada con el mismo tipo de chapa. Hay un patio exterior formado por las fachadas del museo en el que hay un paso en la altura del suelo que comunica los dos lados del edificio. Éste es diagonal y es el único que hay en el inmueble con estas características. El pavimento de este patio es muy original porque está hecho con piedras de tres colores y forma figuras que se asemejan a las ráfagas de las ventanas. La gran efectividad que tiene el mensaje publicitario del edificio se refleja en el gran éxito comercial que tiene su tienda de recuerdos, un establecimiento que vende todo tipo de recuerdos del Museo Judío en el Museo de Berlín.



PARTE 2: EL VÍDEO Y MI OPINIÓN

Esta parte del trabajo la he basado únicamente en lo que he podid aprender del vídeo y también ofrezco algunas opiniones y sobre todo lo que a mí me transmite el edificio.

El museo Judío del Holocausto fue construido entre los años 1993 y 1998, el arquitecto y encargado de dirigir este proyecto fue Daniel Libeskind. Fue construido en Berlín, en el antiguo barrio de Kreuzberg (barrio reconstruido en los años 60 (tras las catástrofes por las que paso esta ciudad, las guerras). De la antigua ciudad de Berlín destruida por los bombardeos solo quedan terrenos baldíos y edificios en ruinas, entre uno de estos sencuentra el Kollegienhaus (construido en el s.XVIII) que es la sere de la corte suprema del Reina de Prusia. En el terreno adyacente a este edificio barroco se decide construir un nuevo museo Judío para sustituir a la Gestapo. 165 arquitectos participan en el concurso para este nuevo edificio, entre ellos Libeskind.

Se considera que la verdadera intriga e historia de este edificio está en el subsuelo por lo que no era importante fotografiar y observar el exterior, y por supuesto ya estaba muy localizado en el mundi (debido a la relevancia que tuvo en cuanto a la exterminación judía). Berlín era considerado lugar de espanto para los judíos y esto es lo que Libeskind trata de solventar. Él trata de hacer ver a la gente el daño que esta exterminación causó para evitar que algo así se repita.

El verdadero proyecto de Libeskind es realizar una construcción que sirva de continuación a la música inacabada de la Ópera de Schonberg ''Moisés y Aarón'', y a raíz de esto bautiza ''Entre líneas'' al texto que presenta como proyecto escrito sobre una partitura. Las línes superficiales de la fachada a la espectacular línea quebrada que hace doblar todo su volumen (de lado a lado). La línea es predominante en este edificio, mirado desde en frente, desde los lados o desde arriba, siempre seremos capaces de ver este fenómeno.

Los berlinenses lo llamaron ''Blitz'' (que significa el rayo), ya que al verse desde arriba es lo que parecía, aunque desde abajo la constucción es más discreta. Desde mi punto de vista la verdadera estética exterior de este edificio se encuentra realmente en un plano aéreo ya que es cuando más o menos puedes hacerte a la idea del significado real de esta construcción (el rayo como parte de un mal pasado). Para Libeskind, igual que para mí, el zig zag describe toda la violencia y las rupturas en la historia de los judíos en Alemania. Es una idea muy ingeniosa creo yo porque de esta manera los alemanes tendrán siempre presente el daño que causaron y la devastación que ha significado lo que hicieron para la raza humana y así al menos podrán evitar que vuelva a ocurrir (creo que está usado más o menos como una moraleja).

Para mi es un edificio con una gran fuerza expresiva y representativa aunque desde la tierra tiene un gesto menos agresivo de lo que es en realidad. La presencia de numerosos árboles en el terreno originaron una idea a Libeskind. Decidió mantener un gran árbol en pie en medio de la composición para que este se quebrase (igual que la historia hizo en su día, dió un tremendo giro), y también muchos de estos árboles han sido usados para ocultar la vista del edificio desde la calle para así respetar y no imponer autoridad ante el edificio barroco que hay junto a él.

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO:

Este edifcio no goza de ninguna entrada visible en su fachada cosa muy inteligente desde mi punto de vista ya que va a dar un punto de drama a la manera de expresión de este (comenzar desde el subsuelo mete en el papel de la miseria que sufrieron los judíos al que visita el museo).

Ambos edificios no están unidos, simplemente parecen colocados el uno al lado del otro al azar (aunque en realidad no fue así). La entrada al museo la encontramos en el interior del edificio barroco. Al entrar a este segundo encontramos poco más que de frente un gran portal de concreto y ángulos marcados que se abre a unas escaleras que bajan (al contrario que la mayoría de entradas a los museos, estas se introducen en la tierra). Libeskind deja las paredes de estas escaleras desnudas yo creo que para intentar representar una parte de la historia judía- una violencia cruel pero oculta al mismo tiempo). 

La torre de concreto que abre la entrada a la zona subterránea parece mucho más sencilla que el propio edificio pero en el vídeo se nos dice que es el corazón de todo el proyecto, y no se nos explica el por qué pero yo creo que es porque representa la visión nublada (más bien negra) que tenían los judíos en tierras alemanas ya que mediante una isla central solo podemos ver 2 de los 3 pasillos existentes.

LOS PASILLOS: 

Libeskind denominó ejes a los pasillos (donde el eje es una recta a la cual le damos un sentido). Los tres pasillos representan en su manera la experiencias más grandes del judaísmo alemán, que son: la continuidad, el exilio y la muerte. Solo uno de estos 3 caminos llevará luego a la entrada del museo (muy interesante, es una especie de reto encontrar el camino correcto) y este es el eje más largo de los 3, el de la continuidad, y deduzco que representa la continuidad de la presencia judía en Alemania. Este eje lleva a una escalera normal, cosa que a mí en un principio me desconcertó ya que creo que cuando encuentras el camino correcto has de ser recompensado, pero a lo largo del vídeo mi idea cambió (ya que los judíos parecía que iban a ver esa luz de libertad y salvamento muchas veces y tardan mucho en verlo- esta idea me la ha transmitido muy bien Libeskind). Al llegar a las escaleras que se encuentra al final de este eje yo me encontré con una perspectiva diferente, pero espectacular. A medida que la cámara subía las escaleras el espacio se iba dilatado más y más cada escalón, eso sí, siempre era hacia arriba (la escalera tenía el mismo ancho que el eje subterráneo), mediante esto creo que es cuano se trata de establecer un vínculo con la vida propia, y este es la gran dificultad que hay que superar en el camino para llegar a la luz (al esplandor, la victoria o la libertad).
Los otros 2 ejes subterráneos simplemente son salas de exposición donde se encuentran únicamente fotos y dibujos de niños de la época nazi, nada de obras de arte o nada por ele stilo. Uno de estos dos ejes, el Holocausto, termina en una puerta negra, la cual guía a la torre del Holocausto. La torre del Holocausto tiene paredes desnudas iluminadas por una abertura entre la luz del día. Esta torre para mí representa la sensación de ser libre (poder ver la luz) pero no serlo plenamente. Y el tercer eje es el del exilio, el cual desde un punto de vista objetivo, representa la salida de Alemania, aunque yo creo que en realidad no es ninguna salida por que posiblemente en esa época eso significase la muerte.

Desde mi punto de vista los grandes espacios usados no son para nada libres ya que creo que tienen una fuerte carga ideológica, esta idea que creo que ha tratado de transmitir Libeskind me encanta ya que creo que los espacios han de tratar de hacernos sentir cosas diferentes y este desde luego lo ha conseguido en mí.

Otra de las partes del museo que se nos muestran en el vídeo es el Jardín del Exilio, el cual es un jardín colgante que alude al exilio de los babilonios. Está constituido por 49 pilares con árboles plantados sobre ellos. Estos pilares están colocados sobre una base inclinada que desestabiliza. Este es el único lugar del museo en el que existe todo de manera octogonal (aunque esté inclinado).

Es de concretar que ni el Jardín del que he hablado ni la Torre del Holocausto tienen salida, por lo que, a lo que anteriormente me refería, crean la esperanza de haber encontrado la libertad pero son forzados a volver a los ejes subterráneos (que representan la miseria y la guerra).


El edificio está cubierto completamente por zinc y a diferencia que Frank Gehry (una estructura brillante), creo que lo que Libeskind buscaba en este edificio era que la silueta del edificio se atenuara con el tiempo, y que los surcos se notaran cada vez más.


Aberturas del edificio:

El edificio tiene unas aberturas bastante curiosas e innovadoras desde mi punto de vista. En el documental se nos explica que Libeskind le encuentra una lógica funcional a estas aberturas ya que lo hace para ofrexer luz y vistas a los oficinistas del tercer piso, pero las otras perforaciones con función desvinculada a la arquitectura se basan en el trazado de unas líneas, en un mapa, de figuras emblemáticas del judaísmo alemán y luego lo proyectó sobre el volumen de la edificación (considero esto otra idea muy brillante por parte de Libeskind).

Dentro del edificio el efecto de las aberturas es espectacular creo yo, eso sí, no hemos de olvidar que estas son paredes de salas de un museo así que para poder colgar cosas tuvieron que hacer adaptaciones al edificio (paredes, columnas...). En Septiembre del 2001 se inauguró el edificio como museo. Al principio las salas estaban vacías y no por esto dismiuyó su aclamo ya que en el vídeo se cifran 350 mil visitantes en sus 2 primeros años. Aunque estos nuevos elementos se habían introducido en el edificio para poder hacer la función de museo, yo creo que todavía conservaba la continuidad tranquilizadora de los pasillos del museo, y esto hizo que la idea de Libeskind siguiese presente.


Pero también creo que aunque el edificio tenga su función de museo, no debería de tocarse ni introducir nuevos elementos por el mero hecho de que solamente interpretando bien las construcciones nos aporta muchas más información y arte que ocupándolo con voluminosas vitrinas.


Las 6 grandes torres/ figuras que dan forma al edificio y que podemos encontrar al final de los pasillos reciben el nombre de 'vacíos' y desde mi punto de vista encarnan la última figura del judaísmo alemán, que es la ausencia (en estos vacíos no hay NADA), también creo que estos son el rechazo de cualquier tipo de nostalgia.


Uno de los retos de construir esta obra, cuenta Libeskind, fue realizar el proyecto con la cantidad de opositores que surgieron y fue encontrando por su camino; cuenta que este edificio es muy especial ya que es una historia que nunca acabará, ya que siempre habrá una tensión entre la esencia de lo que pasó, lo que se cuenta y lo que nunca se podrá contar.